"La agenda"

Lo encontré como siempre, en su despacho, sobre el escritorio, los dedos en el teclado, su cabeza también. No supe lo querido que era hasta ese día. Recibí infinitos mensajes que, por cortesía, debía de contestar. Muchos eran conocidos, otros desconocidos para mí. Todos, impactados por la noticia inesperada. Cuando ya pasó todo y mi ánimo se recompuso, entré de nuevo allí. Abrí uno de los cajones y la vi. La saqué con delicadeza y repasé todas sus hojas; en ellas, proyectos, días señalados marcados en distintos colores, viajes, reuniones, citas, conferencias, comidas y cenas… El futuro que nunca llegó.