"El Pescador"

 


Salió de madrugada.

La niebla enturbiaba el horizonte y caía suave sobre el mar. Día gris de tormenta. Como la que sentía Miranda, su mujer, al contemplarlo a lo lejos tumbado en la orilla de la playa cubierto por una sábana.

Ella corría en la arena zarandeada por el viento con el único propósito de abrazarle, aunque fuera la última vez, mientras las olas con el rugir encubrían su grito desgarrador.

Cuando le dejaron ver su cadáver, retiró con suavidad el sudario. Sus ojos sin mirada contemplaban el cielo, ese cielo que daría ella por volver a sonreír con él.

Comentarios

  1. Que magia la tuya para profundizar en mis sentimientos y dejarme tan desolada como la pobre Miranda!!!

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    1. A veces, necesitamos una tormenta para reencontrarse a uno mismo.

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    2. totalmente de acuerdo: es un escrito lleno de ternura, rebosa amor. ¡Es difícil decir tanto en tan pocas palabras! ¡Bravo Mª Ángeles!

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    3. ¡Gracias! A veces, no todo cabe en las palabras.

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  2. Brutal.
    Me encanta cómo escribes👏👏👌

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  3. Un microrrelato muy emotivo que describe perfectamente el paisaje ante el cual se encuentra Miranda.

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    1. Es complicado describir la desolación del alma, en este caso la tormenta ayuda ¡Gracias!

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    2. Es complicado describir la desolación del ama, en este caso la tormenta ayuda ¡Gracias!

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  4. Qué bonito y qué triste!!! Me gusta, con tan pocas palabras tanto sentimiento! Aplauso!!

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    1. ¡Gracias! Yo solo escribo algunas palabras, el sentimiento es vuestro.

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  5. Describes este duro momento con mucha ternura, la que te caracteriza... Me hace pensar en Carpe Diem

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  6. Bella descripción de la vida misma.
    Miranda el ahora,
    Marido el ayer,,
    Fantástica Lección de vivir y saborear el día a día ,
    Abrumadora Descripción que te adentra a esa orilla , con sus olores, Gracias, me transportaste a esa orilla con tan dramático final.
    Gracias Artista 👏👏

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  7. Vida, muerte, amor y todo revuelto con el mar de fondo. Cuánta intensidad emocional concentrada en tan poco.

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  8. Es de una extraordinaria belleza este microrrelato. Y no me extraña, porque eres una maga de las palabras.

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    1. ¡Gracias Isabel! Viniendo de ti, estas palabras son un halago que me supera. ¡Gracias!

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