"El entierro"

 

Doménico pasea entre mausoleos. Consulta su reloj y apresura el paso a casa, el farolero enciende las lámparas.

Su hermana al oír la campanilla enciende el candil y sirve la cena. El voltea el cartel de la tienda, CERRADO.

Recluido en el sótano, habla como todas las noches. Después está sobre la mesa, pálido e inerte.

Sale en silencio el cortejo fúnebre con el féretro de cristal; su hermana, el doctor y el alguacil. Al pasar por delante del negocio, su cabeza ladea por el traqueteo. Un niño le saluda y Doménico con los ojos abiertos lee: CERRADO POR DEFUNCIÓN.   

Catalepsia


I Premio en el II Concurso de Microrrelatos de Terror Fantástico MEDINASYFY.

Medina del Campo (Valladolid) 2018

                                                                                    El entierro  (original)                                 

Doménico pasea entre los mausoleos, en penumbra y silencio visita el de sus padres. Se lleva al ojo el monóculo, consulta su reloj de bolsillo; es tarde, regresa a casa. Ve al farolero que enciende las lámparas y apresura el paso.

Su hermana Ludmila oye el tintineo de la campanilla de la puerta, enciende el candil y sirve la cena. Doménico voltea el cartel de la tienda, CERRADO, y apartando la cortinilla escudriña la calle oscura. No hay un alma.

Después de cenar, se recluye en el frío sótano. Ludmila le oye hablar como todas las noches. Se inquieta, no escucha el crujir de la madera cuando sube. Preocupada y alumbrándose con el candil desciende la escalera, le ve sobre la mesa pálido e inerte.

Su grito ahogado le recuerda cuando siendo niños él se desmayaba y tras unos minutos abría los ojos sin más. Pero esta vez no responde.

El cortejo fúnebre sale en silencio. Tras los caballos que trasportan el féretro de cristal, su hermana, el doctor y el alguacil. Al pasar por delante del negocio, su cabeza ladea por el traqueteo. Un niño, cogido de la mano de su madre le saluda y Doménico con los ojos abiertos lee: CERRADO POR DEFUNCIÓN.   

                                                                                                                       

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Comentarios

  1. Me encanta este relato
    No sé cómo se te ocurren estas cosas, jajaja

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  2. Un micro terrible y la catalepsia, ¿existe realmente?
    El pánico que se debe sentir en una situación así, no puedo ni imaginarlo, pero tú lo has sabido contar muy bien.
    Buen relato para el día de difuntos !!!

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