"A mi padre"
¡Papá!
¡Qué preciosa! tenías la terraza en verano con las flores y como las
resguardabas en el invierno.
Recuerdo
que, al volver del colegio por las tardes, te veía trastear con los esquejes y
te ayudaba a buscar lombrices entre la tierra.
Con
el paso de los años apenas iban quedando plantas. Una maceta sobre la mesa
recordaba el esplendor de antaño. Tus dedos temblorosos intentaban quitar las
hojas secas, la impotencia se apoderaba de ti y mis ojos se humedecían de
nostalgia al verte.
Ahora
vuelvo, y lo bello se fue contigo.
Solo
queda en mi memoria, tu recuerdo.
Preciosa terraza, precioso recuerdo.
ResponderEliminarLos recuerdos son un patrimonio personal incalculable. Cuando son positivos, no tiene precio el vivir de nuevo el momento al que nos traslada en el tiempo.
ResponderEliminarGracias María por traernos estos recuerdos.........
ResponderEliminarQué bonito María Ángeles, me has generado un nudo en el estómago! Xx
ResponderEliminarLo material es finito y temporal, de eso no nos llevaremos nada al otro mundo . Las vivencias, recuerdos y sentimientos, lo inmaterial, es un patrimonio espiritual, de valor incalculable.
ResponderEliminarNos quedan los recuerdos que crecen con el paso del tiempo.
ResponderEliminarLo que más añoramos: las pequeñas cosas...
Bendita nostalgia