"Dolce far niente"
"Dolce far niente" 1889 Frederick Goodall (1822-1904)
La tormenta le pillo desprevenida.
Quiso emprender su viaje en solitario, como
siempre había hecho hasta ahora. En apariencia no le tenía miedo a nada, aunque
su coraza le protegía de muchos miedos. Todo controlado, hasta que el oleaje tumbo
su navío. Casi sin fuerzas pudo nadar hasta la orilla arrastrada por la
corriente y el viento.
Allí
la tormenta seguía, diferente, ya no corría peligro. Tantas veces al borde del
abismo, dominando la situación y ahora no le quedaba otra que disfrutar de esa
playa. ¡Preciosa! Su cuerpo se lo agradecería, pero ¿su alma?...
Solo
cabía esperar, la calma.
Muy chulo, pero.... cómo va a estar tranquilamente disfrutando de la playa después del revolcón de una ola?
ResponderEliminarSupongo que quiere decir «disfrutar del momento» se esté donde esté, porque no somos los mismos dos instantes seguidos.
EliminarCalma y alma riman... que espere... que todo llega...
ResponderEliminarRecuerdo a mi padre decirme cuando flaqueaban mis fuerzas: «Con paciencia todo se alcanza»
EliminarToda aventura se emprende on cabeza, corazón y cojones...te sobran de los tres elementos para salir de cualquier playa embargada...paciencia, animo y adelante
ResponderEliminar¡Gracias!
EliminarEste comentario ha sido eliminado por el autor.
ResponderEliminarUn mundo onírico, una mujer valiente y disfrutar el momento. Buena combinación.
ResponderEliminarUn relato que invita a soñar!
«El Principito» ya nos dice que “haz de tu vida un sueño y de tu sueño una realidad”.
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