"El silencio"
Fotografía de Miriam Mora (2021)
Al entrar en su habitación, la vi. Casi no la reconocía. Las huellas en su rostro surcado de vida me confirmaron el paso del tiempo.
Supe en ese instante que
ella no estaba allí.
¡Qué tristeza la mía!
-¿A dónde miras con esa
mirada vacía, sin gesto en ella?
-¿Qué piensas?
-¿A quién buscas? ¿A quién
esperas?
-¿Dónde
están tus vestidos? Esos que nadie como tú sabías lucirlos. ¿Y tu melena? ¡tan
suave…! ahora tan solo queda un pelo corto, ralo…
Tus
manos siempre tan generosas, ahora entrecruzadas, esperan… ¿A qué?
Tu silencio me angustia.
-¡Habla! ¡Grita!
-¿Qué ves? ¡Dime!
Me encanta. Tiene un aire a la tía Carmen
ResponderEliminar¡Gracias! Creo que es la fragilidad de su cuerpo la que nos recuerda a nuestros mayores, esa vulnerabilidad que les envuelve sin querer.
Eliminarte iba a preguntar a quien te evoca este relato....
ResponderEliminarUn agujero negro que la va engullendo, la desesperanza. ¿Qué te puede decir? Nada.
ResponderEliminarY tú añoras sus palabras.
La añoranza es un sentimiento que reconforta, y afortunadamente nos quedan los recuerdos.
Eliminarufff, pues a mi me ha venido a la cabeza la mami en las dos primeras líneas..........
ResponderEliminarEncaja en todo el, no solo en las primeras líneas... dejan de ser ellas y se sumergen en un mundo difícil de entender. Complicado.
EliminarEsa perdida que arrebata el "todo" debe ser, tal como dices, dificil de entender.
ResponderEliminarY además, vivir sin recuerdos. Cuando a una cierta edad, nos alimentamos de ellos. ¡Terrible!
¡Así es! ¡Terrible!
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