"El mensajero"
¡Salgo!
Y
sin ningún preparativo se puso en marcha con un solo objetivo, llegar para
contar.
Mis
pensamientos vuelan a la par que el viento sobre mis cabellos. No hay libertad más
grande que esta. Dueño de mi cuerpo, mi destino, nuestro logro.
Imagino
su incertidumbre, han de saber que la batalla es nuestra.
Tengo
sed, el cansancio avanza sobre mi cuerpo como una ligera capa que me cubre.
Sigo
si cabe más veloz. Ya veo la acrópolis a lo lejos…
Y
mientras el gentío se arremolinaba al verle pasar, se detuvo y en su último
aliento dijo:
“hemos
vencido”.
Desde mi silla impuesta esta temporada, hoy he visto el final de la Maratón y me ha emocionado. La calidad humana de los/las participantes. Los motivos por los cuales corrían la mayoría. La satisfacción de sus rostros al atravesar la meta por el esfuerzo y su compensación.
ResponderEliminarGracias atletas por vuestra lección de humanidad. Y a tí, amiga, porque te he comprendido aún más si cabe.
¡Gracias! Así es, un esfuerzo personal...
EliminarEn el caso de Filipides, contar la noticia, una victoria que le costó la vida...
Muy emotivo, sí señor!
ResponderEliminar¡Cierto! ¡Emocionante!
EliminarSacrificio nuestro orgullo es. Valor y esfuerzo. Constancia y disciplina.
ResponderEliminarValores importantes para crecer como persona, y que desgraciadamente hoy en día escasean.
EliminarMás mérito tenéis los corredores actuales, pues no os urge dar una noticia y, sin embargo, corréis por un reto personal. Felicidades.
ResponderEliminar¡Gracias!
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