"Mozart"

Hacía un día soleado que invitaba al paseo. Todo dispuesto, el calzado adecuado, las prendas oportunamente elegidas y apropiadas para la ocasión. Me hacía mucha ilusión el encuentro, tanto había oído hablar de él que conocerle colmaría mi curiosidad. Llegamos al recinto y entramos, muchos de aquellos de los que había oído hablar estaban por allí. -¡Mira! Aquí está ¡Sancho! -¡Hola! ¡Coco!… Algunos se presentaban a su manera, mientras nosotros permanecíamos de pie, sonriendo y saludando con una ligera inclinación de cabeza. De pronto hubo un gran revuelo, ¡Mozart apareció! Y soltándolo su dueño, me agaché y le saludé.