"Sin despedidas"

 



Madrugaron. Él se fue a pescar y ella trasteó con la limpieza de los ventanales.

Sólo, le habla al vacío, al mar. Siente la brisa fría en su piel mientras prepara los anzuelos. Absorto en los sonidos de la playa, el ronroneo del agua sobre la orilla, quedó ajeno al sonido de una sirena que perturbó el silencio.

Cuando fue la hora, recogió los arreos y satisfecho con la pesca obtenida sonrió pensando “¡seguro que le agrada!”

Al acercarse a casa la algarabía se intensificó, sus vecinos salieron al encuentro con sus voces desgarradas.

La vio, tendida en la calle.

Comentarios

  1. María Luisa Pérez23 de agosto de 2024, 15:25

    Precioso ese alo de tristeza que siempre tienen tus
    personajes.

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  2. Echaba de menos tus relatos que siempre inquietan o conmueven.
    ¿Porque pienso que las limpiezas de ventanas y sus caídas son una forma de enmascarar suicidios?
    Ojalá esté equivocada

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    Respuestas
    1. ¡Gracias!
      La historia ahí está y lo que el lector interprete es lo que busco.
      Pinceladas que pueden conducir a tu teoría, tienes razón en qué una situación trágica puede enmascarar un suicidio. ¡Así es!

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