"El baile"
La
música sonaba dulce, ligera como un murmullo, a la vez que las parejas se arremolinaban
en el centro del salón.
Las
lámparas de cristal brillaban espléndidas rodeándoles con sus destellos.
Él
se encontraba al margen, observándoles en todo momento.
Los
primeros acordes les situaron en posición, dispuestos a moverles al unísono. Aunque sus dedos se entrelazaban y su mano
firme la cogía por la cintura, la de ella permanecía indecisa sobre su hombro.
A
pesar de la distancia, las tímidas miradas se cruzaban y en el vuelo de la
danza, la proximidad y lejanía marcaban el baile, su baile.
love it!
ResponderEliminarthanks!
EliminarExisten tantas danzas como personas.Las hay sublimes, ritmicas, ancestrales, melodiosas...y todas, todas nos incitan a mover nuestro cuerpo y al hacerlo, nos sentimos livianos, felices, poseídos...
ResponderEliminarTus relatos son como ventanas abiertas. Gracias.
¡Gracias!
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