"¡¿Feliz? fin de semana!"
Sus
compañeros se despedían, él les saludaba dirigiéndose a la cámara frigorífica.
Debía de comprobar, antes de marcharse, si la temperatura era la adecuada
después de la avería.
Pertrechado
con el inmenso anorak, gorro y guantes, abrió la puerta; la nube de gélido vaho
le enfrió la cara al instante, confirmando que estaba reparado. No obstante,
comprobó en el termómetro de pared que era la correcta, -50ºC.
Descuidó
sujetar la puerta y se cerró. Intentó abrirla. ¡Otra avería! Pensó.
Sonó
la alarma.
Apenas
se oía desde las afueras y mucho menos en el polígono industrial.
Angustiado,
se acurrucó a esperar…
Uffff qué agobio.....
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ResponderEliminarUna situaciòn dificil de asimilar. Una trampa angustiosa...y fin de semana!!!!...feliz????
thriller!
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